Excmo. Ayuntamiento El Hoyo de Pinares

Senda Etnobotánica – Molinos

Rutas de Senderismo – Ruta Los Molinos

Molino del Batán

Parte de nuestra historia…

Los molinos hidráulicos, herencia de las culturas greco-romanas, son muestra del ingenio para el aprovechamiento de los recursos naturales y la producción de bienes de consumo de diferente tipo: harinas, aceite, barros para alfarería, pimentón, sal, pólvora, chocolate, etc.

El tipo de molino, su maquinaria y complejidad venían determinados principalmente por las características orográficas y climatológicas de la zona, ya que hasta el más sencillo molino hidráulico llevaba un ingente esfuerzo de construcción y mantenimiento. El tipo de producción al que se dedicaban era la transformación, mediante molturación, de un producto común de la zona para su posterior comercialización o consumo local.

Disponer de un molino en la localidad fue básico para el autoabastecimiento de productos de primera necesidad. La localidad que no disponía de molino propio en su término, necesitaba del abastecimiento por terceros. Por otro lado también contribuían al desarrollo de las localidades, pues distintos oficios dependían y/o colaboraban en su funcionamiento: panadero, alfarero, comerciante, cantero, carpintero, etc. Tener cerca un molino podía marcar la diferencia para el arraigo de población y desarrollo local.

El trabajo en molinos tradicionales, oficio prácticamente desaparecido, era reservado a personas con amplia experiencia, solo adquirida mediante la vida entorno al molino. Trabajaban con maquinaria pesada y sin embargo poseían un tacto, olfato, vista e incluso oído que les decía exactamente cuándo parar la molienda. Tanto la maquinaria como la materia prima que transformaban eran valiosas, por lo que la pérdida de una molienda o la rotura de una piedra significaban pequeñas tragedias a resolver mediante más trabajo.

El molino del Batán (s. XVII), de tipo hidráulico con rodezno horizontal y abastecido por la fuerza del agua del río Becedas, fue utilizado como molino de grano para la producción de harinas de cereales, cultivados en los campos de El Hoyo de Pinares que hoy encontramos sustituidos por vides o pinos piñoneros.

EL MOLINO HIDRÁULICO

El molino del Batán es el primero de los tres molinos que encontramos en nuestro recorrido por la “ruta Los Molinos”. Los tres se encuentran situados junto al río Becedas, al noroeste de El Hoyo de Pinares.

Recorrido del agua

El agua era conducida desde el cauce y las balsas naturales del río por una canal de piedra denominada caz o acequia hasta la pesquera. Gracias a la pesquera se podía embalsar el agua en cantidad suficiente para conseguir el caudal que creaba el movimiento inicial de la turbina. Después de su paso por la turbina, el agua era conducida de nuevo al cauce natural del río mediante el caz bajo.

Las labores del molinero

Para asegurar una molienda de calidad, era imprescindible el buen funcionamiento de los distintos elementos del molino.

El molinero repasaba meticulosamente el bajo relieve de las piedras o muelas con martillo y cincel, perfilando los rayones (parte inferior del surco) y los pechos (parte superior del surco). Su disposición de mayor a menor desde el centro de la piedra a su perímetro externo facilitaba la salida de la harina.

El cabrío, elemento situado junto a las piedras de molino, hacía las veces de grúa y servía al molinero para la elevación y manipulación de la piedra volandera, permitiendo su volteo ágilmente para operaciones de mantenimiento en talla o sustitución. Se componía de un pie derecho reforzado de madera al que se colgaba la media luna o brazos, pieza metálica que pinzaba la piedra para su elevación.

Esta operación se podía llegar a realizar una vez por semana de trabajo. Después de colocar la volandera en su posición, el molinero la nivelaba hasta fijarla sobre la durmiente con la holgura necesaria, de manera que el espacio permitiera una molienda fina y homogénea. Si la nivelación no era correcta la harina podía quemarse o el grano quedaba entero.

Las piedras de molino solían ser de granito ó de granito y hormigón, en este último caso la zona de rozamiento de las piedras se realizaba en granito, permitiendo su talla y repaso por el uso. Las piedras disponían de unos aros de hierro que la abrazaban perimetralmente como refuerzo para garantizar la solidez de la piedra.

Molienda

Una vez comprobado la perfecta colocación de los elementos descritos, el molinero colocaba el guardapolvos, cajón de madera para controlar la salida de la harina, y accionaba la llave del paso de agua hacia la turbina, comenzando su movimiento y haciendo rotar el árbol que mueve la piedra volandera por medio de unos herrajes denominados espada y musaera.

El grano era depositado en la tolva de madera y distribuido hacia el centro de las piedras donde se molía gracias al giro de la volandera sobre la durmiente. Finalmente, a través de los rayones la harina era expulsada hacia el exterior, recogida por el guardapolvos y reconducida hasta la artesa.


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